El Porsche 935 es un automóvil de carreras basado en el Porsche 930 Turbo de calle. Fue desarrollado para dominar los campeonatos gran turismo, englobándose en el Grupo 5 de 3ª generación, los famosos siluetas, categoría vigente entre 1976 y 1982. Entre sus rivales se encontraban modelos como el Ferrari 512 BB, el BMW M1, el Lancia Beta Montecarlo o el Ford Capri.
Pocos automóviles de competición pueden presumir de un palmarés tan amplio como el del Porsche 935, ya que entre 1976 y 1984 consiguió más de 150 victorias en todo el mundo. En el Campeonato Mundial de Resistencia, el Campeonato IMSA GT o el DRM alemán, era perfectamente habitual ver los 935 copando las primeras posiciones.
Actualmente, su precio oscila entre 60.000 dólares por un 935 normal (motor no incluido), y 600.000 por un Moby Dick (la versión de Le Mans).
Respecto al modelo de producción, se realizaron numerosas modificaciones para adaptarlo a la competición, cambiando suspensiones, frenos, montando una carrocería hipertrofiada y cambiando totalmente el morro del coche, eliminando los faros del 911, que fueron a parar a los paragolpes delanteros. El motor también recibió modificaciones destinadas a aumentar la potencia y la fiabilidad en pruebas de larga duración; en la versión de 1976 la potencia rondaba los 600 CV.
En 1977 se sustituyó el único turbocompresor que montaba la versión de 1976 por dos turbos más pequeños; con esto se buscaba disminuir el retardo en la entrega de potencia, consiguiendo además un incremento en la misma de unos 50 CV.
El 935 se hizo muy popular entre los equipos privados, que en numerosas ocasiones le plantaban cara al equipo de fábrica. Entre los preparadores del 935, merece mención la alemana Kremer Racing, que desarrolló el exitoso 935 K3, vencedor de la 24 Horas de Le Mans de 1979, batiendo a los Porsche oficiales y a los prototipos de las otras marcas que participaron en la prueba.