El Ferrari Dino 246, es una leyenda en su totalidad. Para los más curiosos, Dino Ferrari fue el único hijo legítimo de Enzo Ferrari, al que este decidió llamar a Alfredo igual que su abuelo. Desde pequeñito Enzo se dedicaba a formar a su hijo para que fuera su sucesor al frente de la escudería, y para ello le envió a algunas de las mejores escuelas europeas, como por ejemplo la escuela ingeniera en Suiza.
Dino fue la marca que Ferrari utilizó para designar a los modelos deportivos de transmisión trasera, creados desde 1968 hasta 1976. El nombre Dino fue usado para los coches que montaban motores de menos de 12 cilindros. Posteriormente, la marca Dino fue retirada, volviendo a la tradicional nomenclatura, que se basó en el cubicaje del motor y en el número de cilindros. Así, el 246 sería un coche con un motor de 2.4 litros y 6 cilindros.
El primer Dino fue fabricado por Pininfarina (famoso diseñador de automóviles) y presentado como Dino 206 GT Berlinetta Speciale en el Salón de Paris en 1965. Dino representa la historia de los motores V6 con los que la marca de ‘il cavalino’ consiguera grandes éxitos a lo largo de su historia. La historia del Ferrari Dino no podía entenderse sin dos de sus pequeños hijos, como el 206 GT y 246 GT.
El Ferrari Dino 206 GT fue lanzado a principios de 1968 para ser fabricado en serie. Este modelo contaba con un motor V6 central ubicado transversalmente, una novedad hasta el momento para la marca. Además, contaba con dirección directa a piñón y cremallera, amortiguadores telescópicos con resortes, frenos de disco y llantas de aleación.
El hijo pequeño del Ferrari Dino fue el 246. El Dino 246 fue el primer modelo de Ferrari producido a gran escala. La única diferencia estética en comparación con el 206 era la tapa del depósito del combustible. El Ferrari Dino 246 pesaba un poco más que su antecesor (1.080 kg. frente a 900 kg.) y estaba lleno de la tecnología más avanzada de la época, en la que portaba cuatro frenos de disco en las ruedas servoasistidos, suspensión delantera y trasera independiente y caja manual de cinco velocidades. El motor era un V6 a 65 grados con doble árbol de levas en cabeza y fue aumentado a 2419 cc, con una potencia de 195 CV a 7.600 rpm. Este incremento de potencia, por otro lado, trajo también consigo un aumento de peso, pasando este a 1.080 kilogramos.
Se realizaron otras modificaciones, como por ejemplo, un depósito de combustible de más tamaño, llantas de cinco tuercas (el 206 GT llevaba una sola tuerca central) y elevalunas eléctricos, entre otros. El Ferrari Dino 246 era especialmente efectivo en circuitos rápidos y largos, donde a pesar de ser muy pesados, ganaban por tener motores más potentes que sus rivales. Peter Collins ganó el Gran Premio Británico para Ferrari.
Por desgracia para la familia Ferrari, Alfredo nunca vería funcionar a sus Dinos, ya que murió el 30 de junio de 1956, cuando contaba tan sólo con 24 años, antes de que la saga fuera fabricada. Después de sugerir a su padre el desarrollo de un motor V6 para su uso en Fórmula 2 a finales de 1955, Afredo enfermó al sufrir de distrofia muscular. Estando hospitalizado, discutió los detalles técnicos de dicho motor con el ingeniero Vittorio Jano. La serie Dino de los coches de carreras, así como el 206 y 246 y sus sucesores, fueron nombrados en honor a su hijo fallecido.
Dentro del historial que un coche de estas características puede ostentar, el Dino 246 fue elegido por Sports Cars International en el quinto lugar de la lista de los mejores deportivos de los años 70. Por otra parte, Motor Trend Classic colocó a los hermanos Dino 206 y Dino 246 en sexto lugar en el ranking de los 10 mejores Ferraris de todos los tiempos.